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LA MUJER EN LA DIMENSIÓN DE LA ORACIÓN


La Mujer en la Dimensión de la oración

Las mujeres fuimos diseñadas por el Padre celestial  para vivir en intimidad con Él, conocer sus  pensamientos y caminar en Su voluntad. Cuando no vivimos para lo que fuimos diseñadas nos “desconfiguramos” y perdemos el sentido más profundo de nuestra identidad y propósito. Cada vez que te sientas perdida en la vida, es una señal que necesitas  volver a la intimidad con tu creador, a través de lo que yo llamo, la dimensión de la oración.  Para la mayoría de las personas, cuando piensan en orar, su pensamiento lo conduce a un sistema religioso, impositivo, rutinario, aburrido, que no tiene mucho significado, ni valor.  La razón de ello, es que existe un desconocimiento del verdadero poder y propósito de la oración.   Mi deseo, es que puedas ver la  oración desde una perspectiva que te permita  conectarte  con la esencia más profunda de tu identidad y con el propósito para el que fuiste diseñada: vivir en intimidad con tu Padre celestial.
Estudiando la Biblia minuciosamente para comprender que es la oración, como funciona y cuáles son sus propósitos, llegué a la siguiente definición: La oración, es el proceso continuo en el que el ser humano busca, conoce, entiende y acepta la voluntad y el propósito del Padre celestial para su vida. Es por esto que puedo decir con firmeza y convicción, que la oración no se reduce a esos momentos  en los que me separo para hablar con Dios para  pedirle lo que necesito, o informarle de mi realidad, sino que la verdadera oración es aquella que convierto intencionalmente en un estilo de vida que me conduce a conocer el corazón de mi Padre para vivir alineada a Su perfecta voluntad.

Cuando el Mesías estuvo en la tierra, tuvo un estilo de vida profundo de oración que le permitió cumplir con el propósito mesiánico para el que fue enviado, ser inquebrantable ante la tentación y permanecer firme en medio de las vicisitudes que enfrentó.

Jesús logró todo esto a través de la oración, porque Él aprendió a orar correctamente según los principios y los designios celestiales. Él oraba para conocer la agenda que el Espíritu Santo había determinado para su vida, oraba con la intención de  fusionar su  mente con su espíritu y no tener una lucha constante dentro de él que lo debilitara en medio de su caminar, oraba para doblegar su voluntad ante la voluntad suprema del Padre y para evaluar continuamente su corazón y permitir que el Padre escudriñara sus pensamientos e intenciones.

La oración es un proceso de  introspección en el que  te autoevalúas y eres evaluado por el Espíritu con el propósito de confrontar o juzgar tus pensamientos, intenciones y acciones. Esta evaluación constante de tu corazón, te llevará al pleno reconocimiento de la necesidad que tienes de la verdad del Padre, de Su instrucción, Su corrección, de la manifestación y el establecimiento de Su reino y gobierno en tu vida.  

Si sigues los mismos parámetros que Jesús uso para orar, evitaras ser engañada  por tu corazón, aprenderás a juzgar y tomar decisiones en base a la justicia del Reino y no en tus falsa necesidades, te convertirás un una voz profética llena de autoridad ante el mundo que provocarás despertar, ubicación, dirección y activación y vivirás en un nivel profundo de intimidad con el Padre que te llevará al disfrutar a plenitud de tu identidad y del propósito que el trazó para ti.

Profeta Paola Santamaría de Porras
Fundadora del ministerio R.E.D.I.L.                                                                    (Red de Intercesores Latinoamericanos)

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