Entender nuestra posición a la hora de interceder es de extrema importancia. La pregunta que debes hacerte es: «cuando intercedo ¿a quién estoy representando? ¿A Dios o a los hombres?». Cuando haces un acto de intercesión puedes asumir cualquier posición de representación, pero si quieres ser un intercesor profético verdadero, entonces tu posición es representar al Padre delante de los hombres. En tu posición profética, tu trabajo es abogar, defender, intervenir, influenciar, batallar a favor del Padre y Su voluntad delante de los seres humanos. Tener otra posición te hace errar y apoyar la agenda paralela que crea el hombre, que está alejada totalmente del diseño divino. Cuando tratas de interceder a favor de alguien sin conocer cuál es la voluntad del Señor para esa persona asumes una posición de representación equivocada. Desde esa posición tratarás de convencer a Dios de que obre a favor de la voluntad de ese ser humano, pero ese no es tu trabajo ni para lo que fuiste investido de ...
Este es un blog en el que encontrarás un mensaje que tiene como propósito unificar la voz profética en Latinoamérica, provocar despertar, ubicación, dirección, proveer formación y activación en los hijos del Padre celestial para que puedan anunciar, manifestar y establecer el Reino celestial en la tierra.